lunes, 12 de octubre de 2009

Gran convocatoria de Estudiantes de Unsam


El lunes pasado se realizó en Unsam un debate acerca de los fondos que la universidad recibe de las mineras. Estuvieron presentes el escritor Rodríguez Pardo, autor del libro "Vienen por el oro, vienen por todo", representantes del Centro de Estudiantes de UBA, biólogos ( en especial una dama que trabaja en Nación de la cual no recuerdo el nombre), representantes de la Unión de Asambleas Ciudadanas, y gente de Vecinos Autoconvocados de Jujuy (que viajó especialmente), más vecinos , estudiantes , docentes, no docentes, y el decano de Humanidades.

Es impresionante todo lo que se puede aprender en un par de horitas...para empezar, invito a empezar a conocer a Rodríguez Pardo en http://www.noalamina.org/mineria-argentina/mineria-general/qsoja-pasteras-y-mineras-el-mismo-modeloq

sábado, 8 de agosto de 2009

Acerca de la Les 1947-

“Una gran cantidad de profesores, por razones de edad (también frecuentemente de posición económica) responde a un sentido reaccionario que a veces trata de disfrazarse de avanzado, casi siempre conserva, con relación a cada momento presente, el atraso
correspondiente a la época en que inició sus actividades docentes. Mientras tanto, el pueblo sigue marchando y defendiendo ideas nuevas. Si quienes gobiernan los centros de enseñanza no responden a ellos, no cabe decir que la institución sea democrática. A lo sumo, se podrá decir que se gobierna a si misma, pero su gobierno será hostil al
sentimiento mayoritario de la Nación. El rector o los consejeros que designe un Poder Ejecutivo libremente elegido por el pueblo responderán a la tendencia predominante y, en ese sentido, será perfectamente democrático: en tanto que esas mismas autoridades, aún
elegidas por el propio claustro, pueden ser antidemocráticas si la composición del claustro que las elige no representa el ideario de la masa ciudadana. Se conoce bien la crítica a que se presenta la tesis difundida, pero se abriga el convencimiento de que asiste la razón y por
eso, repetidamente se ha dicho que hay que dejar de lado las formas puramente externas de la democracia, para sembrar las bases de una nación sincera.” Dr. Ricardo Guardo, La
nueva Universidad Argentina1, “Bases para la Ley de Educación Superior de 1947”

domingo, 1 de marzo de 2009

Gimeno Sacristán-Comprender y transformar la enseñanza

Gimeno habla de educación para la reconstrucción social, y dice que desde este enfoque, la enseñanza es una actividad crítica, una práctica social saturada de ética, y los valores deseados deben estar en todo el procedimiento (nada de "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago").
El profesor es considerado un profesional autónomo que reflexiona críticamente sobre la práctica cotidiana (el enfoque se llama, justamente, reflexión sobre la práctica para la reconstrucción social), tanto para comprender procesos de enseñanza aprendizaje como su contexto (nada de "en eso no te metas"), de modo que su actuación reflexiva facilite el desarrollo autónomo y emancipador de quienes participan en el proceso educativo.
Y así Gimeno, que no tenía nada mejor para hacer, te entusiasma y te manda bien al frente del campo de batalla ( en este momento no me acuerdo cómo se llama a esos soldados que hacen esa tarea), y que Dios y los Santos te acompañen.
Y otro día la sigo.....con Gimeno porque me encanta.

jueves, 15 de enero de 2009

Ciudadanos y ciudadanas

¿Qué es ser ciudadano?
Fuente: http://www.afip.gov.ar/El concepto de ciudadanía presupone la existencia de reglas y normas que rigen las relaciones entre los ciudadanos y entre estos y el Estado. Para una gran parte de las personas, ser ciudadano es tener derechos políticos, civiles y sociales. La ciudadanía se refiere a las "prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia". Y lo que da sentido de pertenencia es la posibilidad de tener derechos propios y derechos colectivos. Pero corresponde decir que la ciudadanía en su concepción plena ampara derechos pero presupone también obligación y responsabilidades.El concepto de ciudadanía está ligado íntimamente con la democracia. Expresa un ideal clásico, vinculado a valores inherentes a nuestra civilización y tradición y aunque no siempre estos dos conceptos hayan ido juntos, podríamos afirmar que la democracia no se sostiene sin el apoyo de la ciudadanía. A fin de entender la hipótesis planteada arriba, conviene desarrollar qué entendemos por democracia y qué entendemos por ciudadanía. La democracia como estilo de vida, es una práctica inspirada en un conjunto de valores dignos de ser transmitidos. Los más importantes y que dan forma a todos los demás son la libertad y la igualdad. Como régimen político, la democracia es la vigencia de un conjunto de pautas institucionales que conforman un determinado tipo de gobierno, cuyo fin debería ser garantizar la plena vigencia de los valores expresados anteriormente. La ciudadanía es un estado civil en el que confluyen elementos de tipo jurídico, político y moral. Estos elementos otorgan identidad y pertenencia a los miembros de la comunidad que están protegidos por las instituciones y al mismo tiempo, dispuestos a contribuir por ellas. En el sentido jurídico, la ciudadanía equivale el reconocimiento de una serie de derechos y de deberes, relacionados con la participación en la esfera pública. El vínculo político consiste en proporcionar la puesta en práctica de esta clase de derechos y de deberes reconocidos. Desde el punto de vista moral, la ciudadanía constituye una dimensión ética que nos confiere identidad como seres políticos. Distintas corrientes de pensamiento coinciden en que la ciudadanía es siempre la definición de un ejercicio moral, es decir, la ejecución de una práctica de compromiso. Ser buen ciudadano y llegar a ser una buena persona son búsquedas coincidentes. La ciudadanía implica convivencia, es una actividad normada. El respeto a los normas conlleva la utilización de mecanismos institucionales para dirimir los conflictos en el marco de la ley y la justicia. En ese sentido, el consenso es el principal procedimiento legítimo para efectuar los cambios que sean necesarios en el sistema normativo vigente. En la convivencia, encuentra sentido construir una moral ciudadana que nos obligue a colaborar en la perfección de la sociedad. Es así como la toma de conciencia individual se vuelve necesaria, porque sólo mediante la suma de voluntades de cada uno, se puede llegar a alcanzar una moral que devenga en que la construcción y ejercicio de una ciudadanía responsable sea la regla y no la excepción. Ser un ciudadano es, para muchos, un título honorífico que se otorga a las personas que se ocupan de la cosa pública, a aquel que exige que se cumplan las leyes, que está atento al cumplimiento efectivo de la igualdad ante la ley sin privilegios de ningún tipo, que conoce los mecanismos de participación ciudadana y controla, a través de ellos, a sus representantes. En este sentido, podemos afirmar que el sentimiento de ciudadanía se cultiva en la experiencia de la vida pública. Este sentimiento se traduce en un modo de hacer ciudadano, que al igual que la democracia se construye progresivamente. Frente a la corrupción, es indispensable un cambio de conducta de todos. Por un lado, quienes ocupan lugares de responsabilidad deben demostrar que son dignos de pertenecer a la esfera pública, pero también se necesitan actitudes cotidianas comunes que resulten ejemplos de conducta